Hasta este momento, en la búsqueda
de información de los orígenes de los actos cívicos, no se han encontrado datos
específicos que documenten el punto histórico exacto en el que se realiza por primera
vez honores a la bandera, tanto en el contexto militar como en el educativo,
del mismo modo no se encuentran datos sobre, cuándo se toma la decisión de que,
el saludo a la bandera realizado por civiles se haga en posición de firmes,
colocando la mano derecha extendida sobre el pecho, con la palma hacia abajo, a
la altura del corazón, ¿en qué momento se determinó, cuál es el motivo?
Todos estos datos se pierden
en el tiempo, quizá, al permear esta actividad del contexto militar al civil,
entre los usos y costumbres y las interpretaciones de lo que se debe hacer
desde las normas militares, se ha obviado muchas explicaciones, y esto, podemos
suponer, debido a las dinámicas militares y su disciplina, donde las ordenes
solamente se cumplen, sin cuestionarse.
Lo que, sí es innegable,
es que desde el nacimiento del México independiente y seguramente desde antes, existen
los protocolos establecidos para rendir honores o jurar lealtad a los símbolos patrios
y con ellos fomentar sentido de pertenencia, de alguna manera los actos cívicos
han estado presentes, además de los desfiles como el 27 de septiembre de 1821,
en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, una multitud expectante
esperaba la llegada del Ejército Trigarante, comandado por el coronel Agustín
de Iturbide o el desfile del 16 de septiembre de 1918 que se llevó a cabo en la
Ciudad de México por primera vez y que hasta nuestros días se sigue celebrando.
Así, los protocolos militares han ido permeando en las actividades de fomento a la identidad nacional
en cumplimiento del Artículo 3ro constitucional que indica: desarrollar
armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez,
el amor a la patria. En el caso del saludo civil a la bandera, surgen múltiples
argumentos del porqué de este, sin llegar a un fundamento histórico o normativo
más allá de los que se puedan redactar hoy en día con la finalidad de regular su
práctica, pero, creo que es importante hacer mención de que, este saludo guarda
total similitud con el saludo realizado por nuestros militares cuando portan
sus equipos y armas, así también este saludo lo encontramos en imágenes de soldados
de otras nacionalidades como los argentinos entre otros y del mismo modo,
podríamos reflexionar sobre las estrofas de nuestro himno nacional que dice:
“Mas si osare un extraño enemigo, profanar con
su planta
tu suelo, piensa ¡oh patria querida! Que el cielo
un soldado en
cada hijo te dio, un soldado en cada hijo te dio.”
Quizá el significado del
saludo a la bandera dentro de los actos cívicos tenga que ver con estos elementos,
el orgullo de ser mexicanos, el saludo de un ciudadano que, si fuera necesario,
defendería con su vida a su nación, que, como posible soldado, hace una
demostración de respeto a su bandera, en la que se ven representados todos
aquellos saldados del pueblo que nos han dado una nación independiente y
soberana.
Por: Mauro S. Sánchez I.